Badajoz es una provincia extensa que no se acaba en las fértiles llanuras del río Guadiana. También tiene sierra, y dehesas, dominio de las encinas y el alcornoque. Algunos dólmenes se sitúan en estos territorios ondulados en los que la mayor presencia de lluvias permite un ciclo vegetativo largo. La concentración megalítica coincide con los territorios próximos a Cáceres y a Portugal.